Lo del presidente de la República Checa en su visita a Chile es sorprendente. Si hace esto con una cara de piedra inigualable de visita en un país lejano, frente a las cámaras y a su propio anfitrión, es difícil imaginar a lo que se animaría en una licitación de una ruta, más un hospital, más una escuela, más, más, más, con un poco más de tiempo a su favor. Aparentemente, la cena en la casa de Piñera se suspendió por falta de garantías, la póliza del seguro combinado familar no cubre robos en visitas protocolares.
jueves, 2 de junio de 2011
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