Wonderwoman local podría perder el wonder |
Esta semana siguió la polémica sobre la quita de superpoderes a Mónica Fein, en la cual algunos sectores políticos de la ciudad promueven la derogación de facultades de nuestra Intendenta, ya que aducen que en la actualidad no habría igualdad a la hora de debatir y tratar los temas de la agenda rosarina.
Como nosotros no queremos poner un solo pie en cuestiones políticas porque sabemos que más de uno va a sentirse ofendido, planteamos qué pasaría con Mónica si ya no tuviera superpoderes. Si bien hay algún que otro palito, quisiéramos remarcar nuestro apoyo hacia nuestra gobernante, elegida en democracia.
Se supone que sin superpoderes, la intendenta tendrá que andar las calles de Rosario como cualquier ciudadano común y ya no será inmune a los baches que hay en las veredas. Ante esto, le recomendamos que camine con mucho cuidado y, si sale en su auto, revise que los amortiguadores estén en buen estado. No vaya a ser que quede varada en alguna zona peligrosa y le roben hasta el apellido.
También, quizás, pueda no soportar los cortes de luz, ante lo cual rezamos porque no se quede sin la posibilidad de saciar el calor con un buen aire acondicionado (aunque gracias a Dios el calor parece haberse ido). Y si es de noche, ahora sí va a tener que hacer uso de unas velas, ya que sin superpoderes cuando no hay luz no se ve nada. Aunque por lo visto en los medios de estos días, los socialistas han sumado varios familiares directos a las filas de la EPE, seguramente encontrará algún correligionario que le pase unos watts como atención partidaria.
Además, ahora tampoco tendrá el superpoder de controlar la economía municipal, resta saber cómo se las arreglará para llegar a fin de mes. Esto, sumado al hecho que ya no podrá teletransportarse, y deberá utilizar el colectivo como todos nosotros. Esperemos no tenga problemas en llegar a horario a sus destinos, dado que las frecuencias de nuestros buses no son lo que se pueda decir puntuales.
Esperemos que este tema de pasar a ser un mortal más no bajonee a Mónica, y le deseamos de corazón que pueda seguir su mandato sin dificultades, tal como lo viene haciendo. También esperamos que, al convertirse en una persona común, pueda ver de cerca todos los problemas que los rosarinos seguimos teniendo después de 20 años de intendencias socialistas y tratar de resolverlos, sin necesidad de pegar los excesivos aumentos de impuestos a los que nos tienen acostumbrados. Eso sí sería una buena forma de empezar a sentirnos defendidos.
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