No caben dudas que el periodismo internacional tiene en el primer ministro italiano un personaje que todo el tiempo ofrece material para publicar. Después de ser tildado de mujeriego, como si fuera algo detestable y no un estilo de vida como también lo es el no serlo, ahora hasta las cosas más cotidianas y pequeñas construyen la idea de su “perversión”.
Hace unos días se tomó un video común y corriente donde Berlusconi saluda a la primer ministro danesa e inmediatamente después, cuando ésta se aleja, le hace un chequeo, tomado por la prensa como una perversión, infundada. Aunque algunos creen que podría haber sido solo un pensamiento como “qué linda falda”, “esos zapatos le quedarían muy bien a mi ex mujer” o “bonito género tiene la blusa de la señora” y no el “te partiría como a un queso!”, que le quieren hacer creer a todo el mundo. Forza Cavallieri!
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