viernes, 7 de diciembre de 2012

7D: El día que no fue


Las expectativas creadas para el 7D fueron completamente en vano o, por qué no decirlo, al recontra pedo. Pasamos horas y horas leyendo artículos en los diarios, escuchando comentarios de leguleyos y constitucionalistas, construyendo un imagen diversa del día más importante para el futuro de los medios argentinos, discutiendo en bares con amigos que no tenían idea sobre cómo es la nueva ley, como nosotros mismos, pero poniéndose de un lado y/o del otro con el pasar de los días, con argumentos insostenibles, inválidos y hasta increíbles. O todo lo contrario, quién sabe.
Además, conviviendo con las grandísimas cantidades de espacios en los medios dedicados al tema: los cruces judiciales que se vienen dando se convirtieron en un culebrón mediático, que debe haber sido un buen negocio para muchos - todos los medios tienen el tema en primera plana desde hace varios días - y el final de la cuestión no es tal sino que se seguirá estirando, todavía no sabemos bien hasta cuándo.
La aplicación de la nueva ley - recordemos que tiene tres años y su parte más cuestionada por algunos medios, la que refiere a la desinversión o achique de algunos grupos, entraba en rigor el famoso 7D - sigue estando inactiva como hace varios meses y la disputa que tiene al gobierno de un lado y a Clarín del otro se pone cada vez más filosa.
Todo se resumió en una pelea de fondo: en este rincón y con todas las de ganar y cortarle las piernas a su contrincante, el Gobierno. En el otro rincón y con todas las de perder pero con el orgullo intacto y la cintura de Orteguita, Clarín. Y abajo del ring, todos los argentinos que, si bien hablamos del tema, no sabemos casi nada y estamos mucho más preocupados por cuánto subieron los precios de la sidra y el pan dulce, del lechón y de los juguetes para los chicos.
El 7D, promocionado como el último acto de esta historia, solo se convirtió en un round más que, casi sorpresivamente, habría ganado Clarín, al beneficiarse con la medida cautelar de una cámara civil y comercial que obliga al ejecutivo a no innovar por el momento, es decir, a no intervenir, anular, expropiar o lo que tuviera planeado hacer el ejecutivo con las empresas de Clarín, para cumplir esta ley. Claro, la primera parte de la pelea se la había llevado el gobierno por la simple sanción de la ley, con la que puso en aprietos a los principales grupos empresarios de medios de comunicación del país. Digamos, al Grupo Clarín. Esto no quiere decir que el grupo vaya a salir airoso, todavía faltan algunos asaltos más y el Gobierno ya está apelando directamente a la corte suprema, que se tiene que expedir rápidamente, mediante el recurso per saltum, sancionado como ley hace pocos días. Un seguro justo a tiempo.
A todo esto, muchos políticos tampoco tienen muy clara la situación y se nota en sus dichos. Por ejemplo, Hermes Binner, dijo que "es un tema controversial y por lo tanto la justicia es la que tendrá que definir si el 7 de diciembre es punto de llegada o punto de partida". Ni chicha ni limonada, como siempre. Otro que no se juega es Daniel Scioli, que dijo que cree que "tenemos que desdramatizar las distintas situaciones, en cuanto confiar y creer que en el marco del estado de derecho, el funcionamiento de los tres poderes del Estado y nuestra convivencia democrática se van resolviendo todas esas situaciones". Nada. Elisa Carrió, todo lo contrario. Dramatiza hasta lo mínimo: ""Podemos pasar a ser una dictadura". Lilita, también se puede hacer realidad lo el fin de mundo, como dice el calendario maya. En cambio Aníbal la tenía clara, ayer. "La ley de medios se va a aplicar como corresponde y no va a haber ningún tipo de situación que lo impida". Hoy debe estar dando otro parecer.
El más lógico fue Pergolini, "¿Alguno cree que los grandes grupos se están desarmando? ¿Pensamos que Cristóbal López va a atomizar todas las radios que compró, que el Grupo Vila-Manzano se las va a pasar a gente que le haga competencia, que cualquier otro grupo lo va a hacer?". Claro que no. Tienen el espíritu contrario, justamente.
Si imaginabas que hoy pasaría algo nuevo, hasta la media tarde, no hubo nada. A lo mejor pasará a la historia como otra disputa, que se suma a las de Gobierno vs. Chacareros por las retenciones. Gobierno vs. Moyano por la CGT. Gobierno vs. Macri por el subte. Gobierno vs. Fondos Buitres por los bonos. Gobiernos vs. Repsol por YPF. Se podría seguir así todo el día. Por las dudas, hoy prendé el tele y estarás viendo todos los canales como cada día. Lo que sí, disfrutá, porque en algún momento va a pasar lo que hoy no pasó.

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