En medio de un debate acerca de Spartacus (se acuerdan? el prostíbulo homosexual donde se pudo ver al juez Oyarbide) el ex de Moria, Luciano Garbellano, declaró que Spartacus era una casa de contención espiritual.
A nosotros nos pareció una ofensa tremenda, porque diciendo semejante frase, es ooooobvioo que quiso decir otras cosas supuestamente connotadas.
Arribamos a esta conclusión luego de realizar un análisis bien profundo con una información sin precedentes -y seguramente sin consecuencias-, un destape increíble que sólo la Trip podía llegar a lograr.
Si para Garbellano un telo es una casa de contención espiritual, tener sexo sería algo así como purificar el alma.
Confesarse es el chamuyo previo, la charla que afloja todas las tensiones, ropas y permite que dos personas (indiferentemente de su sexo) puedan llegar a realizar el coito.
Una misa, teniendo en cuenta la cantidad de gente involucrada que cree en ese instante en una contención necesaria, no es otra cosa (para Garbellano, a pesar que no lo diga eh) que una orgía.
Encontrar satisfacción por tu propia cuenta, puede ser entendido como orar, hablarle a los dioses.
Contratar los servicios de una acompañante -es decir, pagar para poder purificar el alma- es algo así como poner la propina en la canastita que pasa durante las canciones que transcurren durante la misa.
Como una de las primeras medidas habría que cambiar lo de soplar la vela por cirio pascual. Y créannos, quisimos obviar la parte de tragar la ostia.
En fin, analizando semióticamente las palabras de Garbellano, pudimos dar cuenta que donde aparentemente había unas palabras inocentes, había escondido mucho odio y falta de respeto. Es evidente que en sus declaraciones, el ex amigo de Oyarbide se fue a los tomates.
Nota: Sabemos que algunas personas pueden llegar a ofenderse con estas líneas, por lo cual las invitamos a que dirijan su odio e ira solamente a la frase de Garbellano, aquí simplemente estamos tratando de poner una cuota de humor.
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