Cómo un kelper no va a querer ser argentino

Las últimas semanas, luego del bloqueo a los barcos provenientes de Islas Malvinas, a la posterior visita “de rutina” del Príncipe William a las Islas, así como el acercamiento de un buque militar y el discurso de nuestra Presidenta del día Martes, se volvió a abrir el debate acerca de la Guerra de las Malvinas.

Por cierto, descubrimos por ahí esta jugosa entrevista de David Frost (el que desenfundó el Watergate de Richard Nixon) a Margaret Thatcher, quien por aquellos años era la Primer Ministra de Inglaterra.

Pero nosotros no queremos meternos en un plano político a discutir acerca de esto ya que para “dar cátedra” hay mucha gente que sobra (para ser buenos), sino que nos pusimos en un plano más neutral. El de los kelpers, los habitantes de las islas. Piénsenlo un segundo, si ustedes fueran kelper y tienen que elegir -por alguna de esas razones que sólo surgen cuando uno está aburrido y plantea este tipo de especulaciones- entre formar parte de Argentina o de Gran Bretaña, que dirían?

Y entonces se nos ocurrió una especie de Hashtag dentro de nuestro propio post. #CómoNoVanAQuererSerArgentinosSi…

Y largamos: Como los kelpers no van a querer ser argentinos si Maradona y Messi, los dos más grandes monstruos de todos los tiempos del deporte inventado por los ingleses son argentinos.

Cómo no van a querer ser argentinos si en Inglaterra nunca se entienden con su “to be”, para ellos ser o estar es lo mismo.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si les hicimos un gol con la mano.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si su Benny Hill ni tira con Casero.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si acá nosotros sacamos todo el tiempo bandas que dan para hablar horas como Los Wachiturros o Las Culisueltas y ellos todavía viven de la resaca que les dejaron los Beatles y los Rollings.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si nosotros vendimos a Maxi López al Barsa y al Milan, y ellos tuvieron que enchufar a su Beckham en la Liga de Estados Unidos.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si acá los sindicalistas luchan todo el tiempo para que nos aumenten el sueldo y allá hace 10 años que ganan lo mismo.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si un Sebastián Estevanéz está a punto de ganar un Oscar y Hugh Grant ni figura.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si Murdoch por unas escuchas ilegales tuvo que declarar en el Parlamento y acá Macri salió reelecto como Jefe de Gobierno Porteño.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si el Pity le saca años luz a Pete Doherty, ida, vuelta y líneas.

Cómo un kelper no va a querer ser argentino si allá se vuelven locos con cualquier crisis, acá nosotros tenemos un master total y ya no nos da pánico nada.

Ahora, ¿cómo pasaría a ser la vida de un kelper después de convertirse en argentino?

Prende la TV y se encuentra con Ricardo Fort, Zulma, Anabella… debería llevar un período de adaptación bastante extenso.

Insiste en querer firmar un contrato con su sueldo por un año y ve que al segundo mes la inflación se lo come. LTA 11 meses más.

Asiste a un recital, a una cancha de fútbol, hasta a un discurso político y cantan “el que no salta es un inglés”. A los 4 meses, tendinitis.

Va a vacacionar a Mar del Plata, justo cae en la Bristol. Confunde Lobo Marino con la gorda de la carpa de al lado, se quiere sacar una foto y lo terminan robando y golpeando.