Esta semana se dio a conocer que nuestros trabajosos diputados y senadores se aumentaron un poquito el sueldito, estirándolo a unos tranquilos 35 mil pesos, sumándoles a estos números los pasajes y lo que cobran por desarraigo quienes provienen del interior.
Hemos notado un estallido social (sobre todo en redes) con respecto a este tema. Ahora, antes que empiecen a atacar sin sentido a nuestro obsecuente titular, permítannos defender a nuestros políticos que tan mal vistos están.
¿Ustedes saben lo molesto que es dormir durante los debates en esas bancas de las Cámaras? Porque claro, ustedes se encuentran muy cómodos desde sus casas siguiendo la cosa por Televisión y con un control en mano, cuando el tema les aburre cambian a otro canal un poquito más interesante o bien salen por ahí a caminar.
¿Ustedes se imaginan lo que sale el impuesto a un auto importado? Seguramente no, porque usted no tiene la educación y el buen gusto que puede tener un político argentino.
¿Suponen acaso lo que es tener que dejar de usar todos los días la canchita de Tenis del patio porque llega una locura de luz? Ustedes se quejan de sus facturas, pero imagínense todos esos Watts de potencia. Al cabo de unos pocos minutos se triplica lo que usted consume en un mes, sin dudas.
Además, ya que estamos haciendo frente a tanta histeria apátrida y golpista, ¿ustedes no se subirían un poquito el sueldo? ¿No lo harían por su familia? ¿Qué clase de padres serían?
Y si ninguna de estas preguntas funcionan para hacerlos cambiar de parecer, respóndanme: ¿por qué no se meten en sus cosas? ¿Qué necesidad de andar revisando la billetera del otro? ¿ESO NO ES ROBAR?
¿Qué pasa? A Lubertino le hackean el Twitter y nosotros no podemos hackearle un post a la Trip?
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