No se pierdan la que se mandó el marido de la presidenta de Finlandia. Resulta que en medio de vaya uno a saber qué protocolo, al tipo lo sentaron al lado de la princesa de Dinamarca. Ni lento ni perezoso y mucho menos vergonzoso, le relojeó el escote sin asco, sentimiento que la observada pasó a tener enseguida. La cara de hacerse el dolobu de Pentti, no tiene precio.
jueves, 23 de febrero de 2012
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