Esta semana además de haber perdido Repsol, de haber caído el Real y el Barsa en sus diversas semifinales de la Champions, España perdió un poquito la pacienca con su monarca el Rey Juan Carlos.
Resulta que Su Majestad anduvo de cacería de elefantes en un costoso viaje por Botswana, en plena crisis española. Para colmo de males, terminó sufriendo una fractura de cadera, la cual no tuvo tan en vilo al pueblo español como el costoso escape de ocio. ¿Billetera mata respeto?
Quizás pienses que no tiene suficiente trascendencia esta noticia, pero vale aclarar algo: en todo país de reyes está prohibido hablar mal de sus monarcas. Tal es así que por ejemplo en Inglaterra, para hablar mal de la Reina Isabel, los habitantes se suben a una escalera, ya que está prohibido poner en tela de juicio a la Reina sobre suelo británico, curiosidad que recuerda a la anécdota de cuando los Sex Pistols decidieron atacar a la sacrosanta corona de Inglaterra mediante su canción-manifiesto God Save The Queen. Sucedió que fueron prohibidos en todo suelo británico, por lo cual para poder dar un show alquilaron un bote para tocar sobre el Támesis.
Volviendo al paquidermo-gate, luego de visitar el hospital, el Rey en un hecho histórico tuvo que pedir disculpas a todo el pueblo español por haberlos defraudado:
No fueron pocos a quienes les llamó la atención que durante su pedido de disculpas se escuchen cientos de obturadores cerrarse, pero no se vea ningún flash.
Como no podemos entender la monarquía, ni tantas otras costumbres históricas como las corridas de toros o la adoración por Julio Iglesias, nos tomamos la libertad de poder desquitarnos por todos los españoles que tanto bancamos. Es decir, lo hacemos por Xavi, Iniesta y Torrente: Señor Rey, usted es un Bacán. ¿Hasta cuándo cree que Usted va a seguir siendo mantenido sin hacer nada?
Y por favor, ¿qué es eso de salir a cazar elefantes? ¿No puede buscarse un hobby como el de Clinton, tocando el saxo o aprender a jugar bien el Ajedrez?
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