jueves, 18 de octubre de 2012

Recuperando la magia



Más que abrazos, deberían hacerle los
asados, plancharle las pilchas, llevarle
las valijas, entre otras 500 cosas más.
De la mano de Lio Messi, la selección va recuperando el aura que supo tener y que hace tiempo no mostraba. Porque no se daba el juego, los resultados, el funcionamiento. Porque los técnicos no encontraban el camino, porque no encajaban los jugadores. Por lo que sea, la selección no llegaba ni a las rodillas de lo que prometía. Pero parece que esa etapa terminó y se está encaminando.
Con una delantera que es la envidia del fútbol mundial, con Messi en su mejor año como jugador, rompiendo todos los récords imaginables y con muchos más a tiro, el Pipita Higuaín cada día más goleador, el Kun convertido en una estrella rutilante, el acompañamiento de Lavezzi, que si bien no está mojando como quisiera, está cada vez mejor, la aparición de Barcos como un reemplazo que sabe lo que hace. Y hasta un Tévez que, si bien no está convocado, todos saben que en cualquier momento pasa a estar en el banco de suplentes. Hasta el mediocampo casi que colabora en algunos momentos con esta delantera mortífiera. Decimos casi porque, por momentos, se olvidan de que tenemos los jugadores perfectos para tocar y tocar y quieren jugar al pelotazo, caso Mascherano.
¿Lio, qué hacés acá? Hace una décima
de segundo estabas fuera del área.
Lo que no tiene la misma impronta es la defensa. Lamentablemente. Acá es cuando extrañamos a un Ruggeri, un Pasarella, un Tata Brown. Los actuales defensores no alcanzan el nivel que tiene la delantera y provocan un desequilibrio bastante pronunciado. Un gran riesgo si nos ponemos a pensar en el próximo mundial. Uno que puede ponernos en situaciones no deseadas. Imaginen la cantidad de veces que llegó Chile con claridad, pero contra la selección alemana. Nos clavan uno por llegada. En este aspecto, la falta de funcionalidad en el equipo se ve incrementada por el peso ofensivo, sin dudas. Entonces, ¿cómo equilibrar un poco al equipo sin sacarle el peso delantero? Esa es la cuestión principal que tiene Sabella para el año y pico que tiene por delante, hasta el próximo mundial.
Queda claro que el equipo se encamina, pero no dejemos de ver lo importante. El equipo es todo, no solo la delantera. Con Uruguay funcionamos bastante bien, nunca dejamos de buscar por abajo y casi siempre pudimos controlar a los delanteros y medios de la banda oriental. Después vinieron las genialidades de nuestros delanteros que, tampoco dejemos de verlo, son de otro planeta y es seguro que nos darán sorpresas así todo el tiempo.
Defensores contrarios culpan a Sabella
por los goles de Messi, es quien lo pone
Ahora con Chile el partido fue distinto. Es muy posible que en el funcionamiento de equipo hayan sido mejores los shilenos que nos. La diferencia está en los jugadores. Si ellos hubieran aprovechado la tercera parte de las oportunidades que tuvieron, estaríamos hablando de otro modo. Nos entraron por los costados cómodamente, sobrando, pero no tenían recursos para definir las jugadas. Nuestros laterales no la pasaron bien, por momentos hicimos agua en la defensa. Aunque es cierto que sobre el final del primer tiempo, los delanteros argentinos merecían llevarse dos más, por lo menos. Pero eso fue todo. En el segundo tiempo nos metimos adentro y empezamos con el pelotazo, que no nos lleva lejos. Solo nos aleja un poco de nuestro arco.
Lo más rescatable es que la gente vuelve a creer en la selección argentina. Tiene renovada la ilusión, que empieza con en Messi que no para de crecer. Y desde ese símbolo, con su ejemplo de persona y futbolista, con su humildad y sus 12 goles en 8 partidos, van alcanzando a todos los demás. Estamos en un punto ideal para consolidar el juego y encontrarnos de nuevo con la magia de la selección argentina, esa que extrañamos ya hace diez años.

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