jueves, 24 de mayo de 2012

Vivir a lo Loco


A horas de la final de la Copa del Rey entre Barsa y Bilbao, se habla mucho de una posible manifestación catalana, del último partido de Guardiola, de un nuevo título para Messi y, sobre todo, de cómo Bielsa llevó a un modesto equipo a dos finales. He aquí nuestro humilde reconocimiento a don Marcelo, por quien decidimos ponernos un ratito en su lugar.
De Bielsa se habló y se va a hablar mucho. Fieles seguidores son encargados de dedicarle tweets, estados de facebooks, libros, canciones. Obstinados detractores se encargan de repetir siempre lo mismo: el fracaso del 2002.
Pero hay algo que nadie puede negar en Bielsa, y esto es su honestidad, su trabajo y su prosa. Cada uno de los jugadores a quienes se le pregunta por el trabajo de Marcelo responden (“Qué Marcelo?”) lo mismo: su transparencia y sinceridad absoluta.
Recordemos las palabras que les profirió al periodista chileno que le consultó si alguna vez sería capaz de gritar y vitorear con la misma vehemencia que en la final del 92 en la Bombonera un “Esto es Chile, Carajo!”: “Tengo la antipática obligación de ser sincero, no creo que quiera a otra camiseta más que a la de Newell’s”.
Otra anécdota que habla acerca de su inocultada sinceridad es una transcurrida durante el Mundial 2002 en Japón. Cuentan que en el vestuario, luego de la derrota sufrida frente a Inglaterra que complicaba la clasificación, sólo había caras largas. Pero había alguien que no paraba de llorar, tapada su cara con una toalla. Don Bielsa se acercó y le dijo: “Dejá de llorar y no te sientas mal, hiciste un gran partido”. Esta persona, todavía tapada con su toalla, le dice un dolido pero aliviado “Gracias”. Bielsa, quien no reconoció el tono de voz que esperaba, se acercó al sufrido jugador, levantó la toalla y al ver de quién se trataba le dijo: “Perdón, pensé que eras Zanetti”.
Pero Marcelo no sólo vive de Mundiales y conferencias de prensa. Ante todo es una persona que tiene que pagar al igual que vos y yo los impuestos, tiene que hacer dieta y tiene que mancarse las mismas preguntas incómodas para las que no tenemos ni sabemos respuesta.
Imaginemos cómo sería ser Bielsa durante un día normal de nuestras vidas.
Se acerca nuestra pareja y nos pregunta “Mi amor, estoy gorda?”. Nos activamos el chip Bielsa y respondemos: “no creo ni siento correcto tener que esquivar tu pregunta, y al mismo tiempo tener que desviar la verdad de esta conversación: tus kilos podrían ser otros para una mayor alegría y pasión de la pareja”.
Viene tu hijo, que recién va al jardín, en la semana del día del padre con un regalo que te hizo con sus propias manos y te pregunta: “pa, te gusta?”. Chip Bielsa responde: “es siempre un júbilo que mi primogénito me recuerde durante todos los días de mi vida, no sólo frente a una festividad comercial. No obstante si debo responder tu pregunta debo decirte que mi regocijo parte desde la actitud, y definitivamente no del producto. En el mercado comercial no creo que alguien pague un centavo por esto, pero sin dudas que en el mercado de valores y orgullos tu pieza cotiza muy en alza.”
Sábado por la tarde, estás armando el fuego con tus amigos y un vino que es la preparación para la que promete ser una noche bien larga. Suena el teléfono y es tu abuela que te invita a almorzar mañana al mediodía. Normalmente la zafarías de alguna forma, pero lamentablemente activaste tu chip y tu respuesta no se hace esperar: “es desapacible tener que responder la invitación porque si bien resulta una invitación a la demagogia y decirte que me encantaría, me veo casi forzado a informarte que mañana es mi día de descanso, y en vísperas de semejante premio a mi trabajo diario, prometo cuasi decapitar mi cerebro bañado en varias rondas de numerosos vicios que ni siquiera te imaginas que tu nieto preferido posee. Mi respuesta no puede ser positiva”. Pobre abue.
Como verás, seas detractor o admirador del Loco, no es fácil ser Bielsa todo el tiempo. La honestidad a todo momento puede llegar a ser dolorosa para quienes te rodean. No te decimos que mientas, pero desde la Trip te damos un consejo: tratá de no ser tan correcto.
Aupa, lectores y oyentes de la Trip! Los dejamos con esta canción que le hicieron al loco en Bilbao:

Lord Machineja – Nadie como el Loco Bielsa

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