El curioso caso de la escuela que tiene
que pagar 50 mil pesos como indemnización a un alumno golpeado está
en primera plana de todos los medios. Lo más raro del caso es que el
golpeador no fue un profesor o empleado del colegio, fue otro alumno,
compañero del agredido.
Esta determinación es un fallo
judicial concreto y, de prosperar en las cámaras de apelaciones,
podría presentarse como un precedente en próximos casos similares.
El argumento es que el colegio debería resguardar la integridad
física (y psíquica, seguramente) de sus alumnos, por lo menos
dentro del establecimiento, donde sucedió el hecho.
Muchos de nosotros estaremos sacando
cuentas sobre cuánto tiempo se requiere para la caducidad de algún
hecho similar sucedido en nuestro tiempo de alumnos secundarios, para
ver si puede significarnos algún pesito extra. Muchos chicos,
haciendo planes para hacerse de un dinero fácil. Pero lo real es que
después de este fallo podría caer una avalancha de reclamos a todas
las escuelas de la provincia de Santa Fe. A razón de varias por cada
curso, de cada nivel, de cada escuela santafesina. Si un juzgado hizo
lugar, ¿por qué no lo podrían hacer muchos más o todos? Pero
analicemos el hecho desde el alcance que puede tener.
"Rompeme la nariz y repartimos" |
Casi todos los padres saben que los
chicos se pelean en la escuela. Por lo menos, una vez por año tienen
algún altercado que, aunque no necesariamente termine a las piñas,
siempre está cerca. En un curso regular hay no menos de 30 alumnos,
de los cuales la mitad son mujeres con un promedio de peleas físicas
mucho menor que de los varones (de las otras, es notablemente
superior). Estamos hablando de 15 peleas anuales por curso. Si
consideramos que la mitad de los cursos entre primaria y secundaria
tienen alumnos que se pueden pelear entre ellos, un cálculo
extremadamente generoso, es decir 6 de 12 niveles, estaríamos
hablando de 90 potenciales conflictos anuales por escuela. O sea, a
razón de 50 lucas por pelea, un riesgo de $ 4.500.000. A la pipeta.
Es importante que consideremos que
algunas de las 2684 escuelas primarias y secundarias que hay en la
provincia son privadas, las que se deberían bancar solas los
aprietes de los padres de los alumnos golpeados, por lo que si fueran
2000 las dependientes del presupuesto provincial, el riesgo que asume
el gobierno de la provincia por disputas de los alumnos llegaría a
los … nueve mil millones de pesos. Un buen fajo de billetes.
Solo esperamos que los chicos no crean
que ahora tienen como vengarse de las malas notas armando peleas y
demandando a los colegios. También, esperamos que las maestras sean
lo más persuasivas que puedan con los niños y jóvenes santafesinos
porque sino el gobierno seguirá aumentándonos los impuestos, quién
sabe hasta qué niveles. De no ser así, el pueblo tendrá que salir
a la calle a ajusticiar a esos chicos que, justamente, quieren hacer
justicia por mano propia.
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