A la hora de jugar al ajedrez, te enseñan que la mejor
defensa es un gran ataque. Es así que cuando te ponen en jaque, lo mejor que
podés hacer es en un movimiento lograr atacar a tu contrincante.
Aunque te parezca raro, es una estrategia que en nuestra
política es por demás usada. ¿Sos de mandártela? Te presentamos la solución
para zafar del jaque mate. Sólo necesitás tener un enemigo y una cara muy dura.
El Juez Federal Oyarbide decidió cerrar la investigación
donde Macri está procesado por la causa de escuchas ilegales (donde también se
ven implicados el ex Ministro de Educación Mariano Norodowsky, el Primer Jefe
de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios y el supuesto espía Ciro
James) y dejó al Jefe de Gobierno Porteño a un paso de un juicio oral y
público, del cual afirmó “no temer”.
¿Qué dijo Mauricio respecto a este tema? “Lamento que la
Presidenta piense que ésta es la forma en la que hay que manejarse con la
oposición”, expresó, y acusó: “Oyarbide responde al kirchnerismo absolutamente”.
El argumento-ataque.
Hasta ahí con Mauricio, sigamos con nuestro Vicepresidente
Amado Boudou. Práctimente condenado por la gente e investigado judicialmente
por enriquecimiento ilícito, siguió adelante con la impresión de billetes por
parte de Ciccone (billetes que ya estamos usando), y a la hora de declarar
alegó: “se trata de una movida de la Corpo que con sus intereses busca
desprestigiar al Gobierno”. Otro argumento-ataque.
Otros que tuvieron problemas legales son los hermanos
Schoklender. Después de haber cometido parricidio, haber sido liberados,
volvieron a quedar implicados en una causa por enriquecimiento ilícito y desvío
de fondos de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo liderada por Hebe de
Bonafini. En este caso, el menor de ellos declaró temer por su vida, acusando
haber recibido amenazas por parte de funcionarios del gobierno vía telefónica.
Claro, se afanaron la plata del Estado, pero son víctimas del mismo. Otro
típico caso de argumento-ataque.
Así que ya sabés, joven argentino: si te acusan, retrucá. A
continuación, te pasamos letra para tus futuras posibles macanitas.
4 de la mañana de un Viernes, decidiste quedarte con tu
pareja, están descansando y en tu celular suena un mensaje muy comprometedor.
Tu pareja lo lee. ¿Cómo zafar? Simple, el argumento-ataque. “No te das cuenta?
Éste es un claro ejemplo de desprestigio a nuestra relación por parte de tu
grupo de amistades que no soportan que pasemos tanto tiempo juntos”. No dejes de mirarla nunca a los ojos.
Final del torneo de fútbol que tenés con tus amigos. Como
sos medio madera sos suplente, se lesiona el central y mal que les pese sos el
único cambio disponible. Entrás, pelotazo desde el frente fácil pero la querés
agarrar de volea y lucirte. La
pifiás y la clavás en el ángulo… propio. “Chicos no nos dejemos llevar por los
festejos del rival, no se dan cuenta que tratan de que parezca culpa mía así
debilitan nuestra fuerza como equipo?”. Así, bien caradura.
Tu perro deja un regalito en el ascensor, entrás a tu
departamento a buscar algo para limpiarlo y justo suena el teléfono. Te ponés a
hablar, pasan los minutos, te avisan que en tal canal hay un especial de la
persona que te encanta y te colgás. Suena el timbre, un vecino con cara de muy
pocos amigos te viene a recriminar la “cagada” (nunca mejor dicho). Sólo es la
necesidad de apuntar a la vecina que menos te banques. “Mi perro está
constipado, recién vengo del veterinario. Pero seguramente es la señora del
5to, que suele cometer este tipo de actos y después mandar el ascensor a otro
piso con tal de que nos peleemos entre nosotros”. No titubees un solo segundo.
¿Ves? Zafar de las acusaciones es fácil, sólo se necesita
actitud y una cara bien pero bien dura.
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