jueves, 23 de agosto de 2012

Ahora le toca a los pases de jugadores

El recuerdo de un lindo momento, que
se puede convertir en uno amargo.
En este tema no sabemos si decir que está bien o está mal, todavía, la cuestión es que la AFIP se metió de lleno con el negocio de los jugadores de fútbol y los pases, principalmente a y desde el extranjero. Las investigaciones se enfocan principalmente en la evasión impositiva que realizan los clubes argentinos, pero también en los jugadores, sus representantes y los dirigentes que participan en las negociaciones, porque a la larga, todos quedan involucrados.
En este momento, los casos más destacados son los de Botinelli, a quien todavía no se le permite debutar en River Plate hasta que no se clarifiquen los pormenores de su pase (que a esta altura deben ser temas mayores) y de Piatti, otro jugador que viene del exterior para integrar el plantel de San Lorenzo de Almagro. Ambos casos son resonantes porque los profesionales eran muy esperados en estos clubes y sus ausencias, a esta altura muy difundidas, pone incómodos a dirigentes y a los mismos jugadores.
Racing necesitaría defensores si la Afip
avanza, pero de los que saben de leyes.
Pero a estos dos se suma otro grupete de pases de jugadores que están siendo investigados. Se trata de Fernando Ortíz (Sud América de Uruguay a Racing), el Flaco Straqcualursi (Fénix de Uruguay a San Lorenzo), Jonathan Santana y Víctor Zapata (Sud América de Uruguay a Independiente), Román Martínez (Progreso de Uruguay a Estudiantes), Emanuel Gigliotti (Fénix de Uruguay a Colón), Santiago Vergini (Fénix de Uruguay a Newell's), Facundo Roncaglia (Fénix de Uruguay a Fiorentina de Italia), Facundo Parra y Carlos Matheu (de Independiente a Atalanta de Italia).
Como se ve, son muchos y seguramente serán más todavía.
Ahora, tratemos de entender cómo funciona la tramoya. Por ejemplo, un club argentino vende el pase de un jugador de su cantera a un club del exterior. Este último tiene que poner un millón de pesos que, si se lo blanqueara de manera regular, debería pagar impuestos y, en casi todos los casos, ser destinado a pagar deudas del club vendedor (casi todos están comprometidos y atrasados en sus pagos o muy endeudados). Entonces, lo que hace el club argentino dejar libre al jugador con una rescisión del contrato y que este mismo convenga un contrato inmediato con un club uruguayo, donde se pagan menos impuestos, que es el que finalmente vende el jugador al club comprador. Una vez cobrado el dinero del pase, se evade el fisco argentino, y se manejan los fondos a criterio. Posiblemente, los dirigentes también se esquiven algunos controles internos de sus clubes, convirtiéndose esta operatoria en un sin fin de ventajas para la idiosincracia argentina.
Si uno se pone a ver qué clubes son los que venden o compran estos jugadores, rápidamente razonará que hay cosas poco claras. Pero veamos los casos.
Zapata se fue del Sudamérica, no le habría
gustado la idea futbolísitca del técnico. Mmmm.
Por ejemplo, el club Sudamérica de Uruguay, que vendió a dos jugadores a Independiente y uno a Racing, es un equipo de la segunda división uruguaya, que nunca podría tener en sus filas a estos profesionales.  A lo que suma que su presidente, perdón, el presidente de la sociedad anónima que maneja el fútbol de esa institución, es un ex dirigente del fútbol argentino que fue presidente de Chacarita Juniors. Este último dice que todo lo que hace es legal, y lo dice de saco y corbata lo que hasta lo hace parecer creíble. Pero la realidad es que es una forma de evasión (en argentina los jugadores deben pertenecer a un club sino no pueden inscribirse), cuyo procedimiento está dentro de un marco legal siempre (Uruguay si lo permite) y cuando la operatoria sea normal y regular y no con el fin de estafar al fisco, parte que no dice. Esto suena muy botón, pero termina siendo la verdad. 
El mismo caso es el de otros clubes uruguayos como Fénix y Progreso, ambos en escasas condiciones de contratar jugadores de primera división.
La historia de este procedimiento tiene mucho más tiempo que los pases enunciados más arriba, que son los que ahora aparecen en los medios. Hace años que se vienen haciendo estos negociados y recién ahora se los está poniendo en tela de juicio. Imagínense cómo puede ser que un jugador venga a préstamo a un club por cero peso, cuando gana miles y miles de pesos por jugar. Pues ese sería al caso de Piatti en San Lorenzo. Imagínense cuántos miles de dólares habrán quedado en el camino con tantos jugadores que se fueron a jugar afuera.
A lo mejor lo que no está bien son los procedimientos y las normas argentinas, es posible. En ese caso, sería muy positivo que la Afip las replanteara porque, al fin y al cabo, hoy termina quedando parte del dinero en filas extranjeras cuando debería quedar en este país. 
Otro horizonte sería que solo fueran chicanas para evadir los impuestos, lo que pone a todos los involucrados en un estado más peligroso y bueno, que sea lo que tenga que ser.

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