La Fragata Cautiva

Cómo no levantan ancla y zarpan para
acá, habría dicho alguien sin experiencia
de la cancillería argentina.

El caso de la Fragata Libertad se ha convertido en una demostración de cómo está parado el país en el mundo. Un problema que tiene más de 40 días, con todo lo que implica tener un barco de estas características varado tanto tiempo. Se pueden poner las excusas que más gusten pero la única realidad es que un país africano (que asumimos con la característica arrogancia argentina es mucho más débil y menos influyente que nosotros) al que ni le prestamos la más mínima atención ha logrado inmovilizar la embarcación de bandera nacional, que tendría la institución de una embajada y debería tener inmunidad diplomática, y hasta le reclama un pago de 50.000 dólares diarios por el "estacionamiento" en su muelle. Un "no te dejo ir pero pagame por quedarte", muy al estilo americano, que si el tiempo sigue pasando, se convertirá en una suma millonaria.
El buque de 104 metros de eslora (largo para los que no sabemos nada de náutica) era tripulado por más de 300 personas de los cuales 150 eran cadetes en formación, porque el barco oficia de buque escuela. Otro dato no menor para tener en cuenta al momento de ponerle números a lo que significa estar varado en Ghana, aunque ahora solo quedaron 44 tripulantes, después de que la presidenta ordenara traer de vuelta al resto.

Último envío de provisiones incluiría
 juegos de mesa, una play, la trilogía de
Larsson y una nota: Esperen sentados.

Más allá del detalle de gastos, esto pone en evidencia un grave problema que tiene el país en su representación internacional, sobre todo en la gestión de la cancillería de Héctor Timerman, que por lo que muestran los resultados o las noticias más relevantes, son bastante pobres. Hasta las giras comerciales de Moreno y empresarios pareciera que tienen mejor resultados y son más positivas, pese a que por lo pronto visitan países, en principio, no considerados estratégicos para la balanza argentina. Lo que nadie puede entender es cómo un país al que hay que avisarle que se le envía una nave diplomática de este tipo, después te traiciona de la manera que Ghana lo ha hecho.
La Fragata Libertad está detenida desde el 2 de octubre pasado, día en el que el fondo NML logró que un juzgado de Accra, la principal ciudad de Ghana, accediera al pedido de embargo de este fondo denominado buitre. Este reclama el pago de 280 palos verdes aproximadamente, por bonos soberanos que entraron en mora en el 2001. Como la política argentina es no pagar a los fondos buitres, estos tipos se las ingenian para tratar de recuperar algún billete de la manera que sea. Lo que pasa en Accra también está pasando, aunque de otro modo, en la ciudad del Cabo, con la corbeta Espora, de bandera argentina. A esta nave se le averió un generador y la empresa alemana que los repara no quiere hacerlo por una deuda anterior que Argentina no ha cancelado aún. Todavía no salió nadie a decir que es esto es culpa de los fondos buitres, la cosa es que si seguimos así, ni las lanchas de paseo se van a salvar.

De a poco, los ghaneses empezarían
a mirar con cariño la carne argentina, y
no justamente la de las provisiones.

Pese a que se han interpuesto varios recursos en cortes y tribunales internacionales y de mar, la cuestión es que estos problemas deterioran mucho la imagen que el país tiene o, mejor dicho, la posición que se había logrado en estos últimos años de recuperación. Lo que significa menor confianza a nivel internacional, mayores niveles de riesgos, puntuaciones más bajas en distintas clasificaciones de país, etc. Seguro pensás que eso no te afecta en lo más mínimo, pero no es así. De un modo u otro, la cosa funciona de la misma forma que funciona tu familia. Si un integrante se manda un montón de cagadas en la calle, al principio hablan de él y, automáticamente, a la larga también afecta la reputación de la familia. Esto termina con gente que no quiere relacionarse con nadie de la familia, no son bienvenidos en algunos lugares, no tienen crédito en otros o les cuestan muy caros. De un modo u otro, se los va aislando.

La mayoría masculina de la tripulación
se convertiría en un problema para
algunas y una oportunidad para otros.

Ahora, el puerto donde está la fragata pide que se la corra hasta un lugar fuera del muelle, como una especie de estacionamiento, a lo que Argentina se niega aduciendo que no tiene suficiente tripulación para hacerlo aunque se entiende que no lo quiere hacer porque pasaría a una instancia de depósito, entre comillas, que implicaría un estado más permanente. Esto generó que una situación incómoda, porque los argentinos se negaron enfundados en sus fusiles y los de Ghana terminaron cortando los suministros que dan a la fragata desde tierra: electricidad y agua.
Este marco deberá tener un corte en los próximos días porque el clima ya un poco hostil no permitirá mucho más. Por lo pronto, y sin considerar la opción de pago a los fondos buitres, ni siquiera de la garantía de 20 millones, la cancillería está tramitando el destrabe de la Fragata Libertad que, paradójicamente, ésta y su tripulación se encuentran cautivas, sin saber hasta cuando.