A veces, nos suceden pequeñas cosas que nos ponen incómodos por un momento nomás y nos dejan en ridículo. Algo que siempre tratamos de evitar, como cuando ofrecés la mano para saludar y te dejan pagando. Y simplemente, no sabés dónde meterla. Ahí donde estás pensando no queda bien. Va un compilado corto que encontramos por ahí.
jueves, 8 de noviembre de 2012
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